4/12/2024
Durante más de un año, en Linterna Verde trabajamos de la mano de la Fundación para la Libertad de Prensa –FLIP– para comprender las dinámicas de ciertos discursos promovidos contra periodistas y medios de comunicación en Colombia a través de redes sociales.
A lo largo de su gobierno, el presidente Gustavo Petro ha mantenido una interacción tensa con la prensa. Estos cruces se han dado principalmente a través de su cuenta de X, desde donde el mandatario ha respondido a críticas y al cubrimiento de los medios. Esas respuestas, como se identificó en una investigación en alianza con la FLIP, han derivado en acoso digital contra los periodistas, en ocasiones con signos de una campaña de coordinación.
Si bien el derecho a la libertad de expresión del presidente es innegociable, el uso que le da a su cuenta de X, donde tiene 7,8 millones de seguidores, le otorgan el poder de condicionar la discusión pública y lo convierten en el núcleo de las conversaciones digitales. Por estas razones, sus declaraciones por ese medio trascienden el mero uso personal de una cuenta en redes.
Nuestro monitoreo se centró en tres momentos virales: el uso de la etiqueta #CaracolMiente, y las expresiones “periodismo Mossad” y “muñecas de la mafia” empleadas por el presidente en relación con medios de comunicación y periodistas.
#CaracolMiente: una estrategia coordinada
Para el primero de los casos, se estudió la conversación alrededor de un informe de Noticias Caracol, publicado en agosto del año pasado, en el que se informaba sobre un presunto apoyo de un narcotraficante y su esposa a la campaña presidencial de Petro en el departamento de Casanare. En esa ocasión, el presidente reaccionó acusando al noticiero de divulgar una noticia “completamente falsa” y de distraer la atención frente a otros escándalos de corrupción.
Antes de la fecha en que saliera el informe, la etiqueta #CaracolMiente había sido usado de manera dispersa en X. Sin embargo, al día después de la respuesta del presidente, el número de tuits que incluyeron la etiqueta ascendía a 61,500.
Una muestra de 20,000 tuits con la etiqueta permitió observar rasgos en común en las cuentas que lo promovían, como tener pocos seguidores y compartir reiteradamente contenidos a favor del gobierno. Además, figuras políticas e influenciadores afines al gobierno también participaron en la tendencia. Un análisis de similitud entre los contenidos compartidos por estas cuentas mostró un alto grado de repetición entre los mensajes, lo que sugiere que para posicionar esta etiqueta en X hubo una campaña de coordinación inauténtica.
“Periodismo Mossad”
En junio de este año, durante un acto público en la Escuela de Cadetes Francisco de Paula Santander, Petro utilizó esta expresión para referirse a “un grupo poderoso” que se opone a sus políticas. Al día siguiente, volvió a emplear este calificativo para responder a un artículo de la periodista María Jimena Duzán sobre la presunta injerencia del hermano de Laura Sarabia, principal asesora del presidente, en la contratación estatal.
A partir de ese tuit, la expresión “Mossad” en relación con el periodismo fue utilizada en 8.600 publicaciones en X. Durante más de dos meses, el término fue utilizado para descalificar el trabajo de la prensa y agredir verbalmente a periodistas.
Muñecas de la mafia: combustible para las agresiones contra mujeres periodistas
En agosto pasado, durante la posesión de la nueva defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, el presidente introdujo una nueva expresión para descalificar a la prensa. En ese espacio, se refirió a “las periodistas del poder, las muñecas de la mafia”, como las responsables de instalar un discurso contra la protesta social durante el Paro Nacional de 2021.
El término, que alude a una telenovela sobre mujeres y narcotráfico que lleva ese mismo título, activó una conversación en X. Durante los siguientes días, se produjeron 300.000 menciones a la expresión “muñecas de la mafia” en relación con la prensa.
Durante los días que le siguieron a esta declaración se produjeron cerca de 300.000 menciones del término en relación con la prensa. Si bien algunas de estas publicaciones incluyen rechazos al discurso de Petro, la mayor parte de la conversación estuvo compuesta por publicaciones que descalificaban e insultaban a periodistas y analistas políticas.
Aunque luego el presidente intentó aclarar que no se refería a todas las periodistas, fueron sus palabras las que se impusieron en el debate y dieron municiones para estas agresiones. Es imposible establecer una relación directa de causalidad entre los pronunciamientos del mandatario y las agresiones a la prensa, sin embargo, es evidente el peso de su cuenta en el debate y su papel como nodo en estas conversaciones.
Puede consultar el informe completo aquí.